Josep Suñol ha pasado a la historia del Barça como el presidente 'mártir' por su trágico final, fusilado por el bando nacionalista durante la Guerra Civil. Su muerte es uno de los cimientos sobre los que el Fútbol Club Barcelona construyó su leyenda como víctima del franquismo



La realidad es muy distinta de la que cuentan algunos periodistas, escritores o historiadores catalanes. Gracias a los archivos de la época, es fácil demostrarlo en esta nueva investigación del Fútbolgate. El ex presidente del equipo azulgrana fue fusilado por motivos puramente políticos y, además, ya había anunciado su dimisión al frente del equipo catalán.

Suñol se convirtió en 1930, en propietario y editor de "La Rambla", periódico que tuvo una influencia determinante en el advenimiento de la República y en la creación del mito "Frances Maciá", fundador del partido independentista "Estado Catalán". De hecho, cuando Francesc Macià regresó del exilio francés en febrero de 1931, una de las personas que fue a recibirle a la estación de Maçanet-Massanes fue el propio Suñol. 



En los siguientes años, Suñol alcanzó gran notoriedad tanto por su actividad política, como dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya, como por su implicación en el mundo del deporte.




El 27 de julio de 1935, Suñol fue elegido presidente del Barça por aclamación. Junto con el contable Francesc Xavier Casals, cerraron la temporada con un considerable superávit. En el plano deportivo, el equipo se proclamó campeón de Cataluña y llegó a la final de la Copa de España en 1936, que perdió por 2-1 ante el Madrid en Mestalla.


El 10 de julio de 1936, menos de un año después de su nombramiento al frente del club catalán, Josep Suñol anunció su dimisión como presidente del Barça en la portada de Mundo Deportivo.

 

Su dimisión se produjo una semana antes del estallido de la guerra y un mes antes de su muerte, al ser fusilado por el bando rebelde en agosto de 1936. Miremos más de cerca el mencionado artículo de Mundo Deportivo: 



Político y empresario, sus numerosas ocupaciones motivaron su decisión de renunciar a la presidencia del Barça.



Dirigente de Esquerra Republicana y diputado de las Cortes, fue detenido y fusilado durante la guerra civil en agosto de 1936, cuando su coche adelantó a las últimas posiciones republicanas sin que sus ocupantes se percataran.


La Vanguardia anunció así lo sucedido el 16 de agosto de 36. 


Podemos observar como La Vanguardia nunca se refiere a Suñol como presidente ni ex presidente del Fútbol Club Barcelona, sino, exclusivamente como hombre político

Sin olvidar que el entonces dirigente de Esquerra Republicana, ya había presentado su dimisión como presidente del equipo azulgrana. Un crimen desgraciado, entre muchos otros, durante una guerra desgraciada, pero sin ninguna relación con el fútbol ni con el Barça, como se trata de insistir con demasiada frecuencia.

Tras la guerra, el régimen ordenó la formación de una comisión gestora que se hiciera cargo del Barça. El Dr. Joan Soler aceptó encabezar esta comisión y se convirtió en presidente del Barça en mayo de 1939.



Joan Soler había sido vicepresidente durante el mandato de... el propio Suñol. Todo indica que al nuevo presidente del Barça no le afectó demasiado el fusilamiento de su antiguo colega cuando tomó posesión del cargo.

A partir de los años 90, y principalmente desde el entorno del Fútbol Club Barcelona, se utilizó y manipuló la muerte de Suñol, asociándola al Barça y cultivando el "victimismo" del club durante el franquismo.


Por Madrid


Compañia Suñol


Pocas semanas después de que los periódicos anunciaran la muerte de Suñol, se creó en la capital una milicia "José Suñol" en honor del ex presidente del Barça.


En el siguiente archivo podemos ver como diferentes deportistas madrileños y republicanos posan frente a las oficinas del Real Madrid (entonces Madrid C.F.). La guerra superó otras rivalidades.    



Rechazan la incorporación del Madrid a la liga catalana


La guerra superó a las demás rivalidades, o casi... El avance de las tropas nacionalistas desde el sur, a través de Extremadura, y girando después hacia el este, los llevó pronto a las puertas de la capital. Ante la imposibilidad de jugar al fútbol, el Madrid concibió la idea de trasladar el equipo a Cataluña e inscribirlo en la liga catalana. En aquella época, el frente aún estaba lejos de Barcelona, donde todavía se jugaba la liga local. Aunque el Sindicato de Profesionales del Fútbol de Cataluña apoyó la inclusión del Madrid en la competición "por deber social y cívico", un veto del F.C. Barcelona frustró este último recurso para la supervivencia. Este último hecho, y la guerra civil, aceleraron la descomposición de la plantilla madrileña en el otoño de 1936.



Los presidentes del Real Madrid durante el conflicto armado


Sánchez-Guerra, presidente del Real Madrid cuando estalló la guerra, fue encarcelado y condenado a cadena perpetua por el régimen. Antonio Ortega, coronel del ejército republicano, fue nombrado presidente del equipo merengue durante la guerra civil. Fue ejecutado en 1939 por el ejército franquista. 



Mientras desde Barcelona utilizaron y siguen utilizando la muerte de Josep Suñol para presentarse como víctimas del franquismo, hicieron y siguen haciendo la vista gorda ante la muerte del presidente del Real Madrid.



La capital, el Madrid y sus jugadores


El 27 de septiembre, tras liberar el Alcázar, Franco había marcado la capital como principal objetivo. El sitio de Madrid, que duró hasta abril de 1939, comenzó el 7 de noviembre 1936, cuando la capital española respondió al ataque franquista con una memorable defensa que duró más de dos años.



Durante la guerra, la sede del Real Madrid fue demolida en un bombardeo.  La ciudad de Madrid fue blanco de ataques aéreos y artillería pesada. En ella se produjo el primer bombardeo sistemático de una ciudad, en el que se probaron las armas y tácticas que más tarde se utilizarían en otras ciudades europeas durante la Segunda Guerra Mundial.



Los trofeos del Real Madrid desaparecieron (probablemente robados), las gradas de su estadio fueron desguazadas para obtener madera y el dinero del club se gastó en donaciones de guerra a la República.

Del equipo que ganó la última Copa de la República, sólo quedaban 4 jugadores al final de la guerra. Lecue, Sauto, Bonet y Quincoces. Los demás se exiliaron, fueron recluidos en cárceles franquistas o fusilados. 

Según el CIHEFE (Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español) más de doscientos futbolistas, un centenar de directivos y media docena de entrenadores, cayeron durante la guerra civil. 

Aunque en la memoria histórica del fútbol sólo ha quedado que Josep Suñol fue fusilado por los franquistas por haber sido presidente del Barça...



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